EYE CANDIES

Primero que nada (se dice primero que todo pero este blog es gramaticalmente incorrecto), un anuncio: en el Cuore Café, ubicado en Álvaro Obregón 179, entre Tonalá y Monterrey, en la mera Colonia Roma, se están exhibiendo acrílicos de Bef. Para quien no lo conozca, Bef (Bernardo Fernández) es uno de los cerebros reactores -al lado de Bachan, el Carcass y ya no me acuerdo quién más- del fanzine de culto Molotov, aquel que junto al Gallo Inglés pasará a la historia como promotores de la historieta mexicana en los noventa, década de gran aridez en cuanto a ello se refiere. La pintura que ven se llama "Astroblue" y fue realizada por el Befo para conmemorar el 60 aniversario de Hiroshima. Si están en la capirucha o se dejan caer por acá, ya saben a dónde ir.



Siguiendo con cuestiones gráficas, no pueden dejar de visitar al site de Glenn Barr. Barr es uno de esos artistas undergrasa favoritos de la revista Juxtapoz (que no olviden que pueden conseguir en tiendas de comics y hasta en los Sanborns). Barr ha pintado fondos para el show de Ren & Stimpy -ahora que he escrito justamente sobre Bill Wray- y el nuevo show del Pájaro Loco. También para I miss you, video de la señorita Björk.



Sus pinturas son una amalgama de la imaginería lounge de los 60 y cierto saborsete oscuro pero cartoony al mismo tiempo. En el sitio de la galería La luz de Jesus pueden ver más de sus pinturas, y en su site personal también, incluido Dunny 2, un urban vinyl para Kid Robot.



No dejen de buscar Brooklyn dreams, su magnífica novela gráfica realizada bajo una historia de J.M. DeMatteis. En algun número de Gorila reseñé esta historia y esto es lo que dice mi review:

"Vincent Carl Santini se sienta en un sillón y comienza a recolectar sus memorias. Como la memoria es falible y selectiva, sus recuerdos son accidentados y brincan sin control de la infancia a sus años adolescentes. Vincent realiza un viaje de descubrimiento a través de distintas etapas de su vida: el descubrimiento del sexo (la masturbación, el ligue, la primera vez), la amistad (Shane, el amigo al que admira y sigue a donde vaya aunque se meta en problemas o de plano lo deje de ver para siempre), la familia (su padre Dominick, un king kong italiano dominante y represivo, Esther, una judía neurótica que consume cantidades industriales de cigarrillos y coca-colas, y Phyllis, su hermana alivianada, más cuerda que el resto de la famiglia, ni hablar de sus deschavetados tíos... un circo disfuncional), las primeras desilusiones (las amorosas y de las otras, como el desgarrador capítulo en que se tiene que deshacer de su perro Bilbo pues su madre es alérgica a los canes), las drogas (su uso y abuso y la búsqueda espiritual por medio de los alucinógenos) y la música (los Beatles y el Magical Mystery Tour). Un viaje en el que los outsiders por vocación nos podemos ver reflejados, pues sus conflictos son universales: ¿alguna vez has pensado en cargar un arma y fulminar con ella a todos los tarados que te hacen la vida pesada? ¿desconfías de la autoridad? ¿sólo destacas en las materias chidas y lo demás te importa un comino? ¿odias a tu familia? ¿eres un inadaptado y no hay lugar para ti en el mundo? ¿has coqueteado con la idea de suicidarte y acabar con la pesadilla? Pues Vincent piensa igual y Brooklyn dreams es un catalizador de la angustia y la rabia adolescentes."

O sea que Brooklyn dreams trata de lo que le puede pasar a uno mismo, si no es que ya.