Monday, September 19, 2005

SEGUNDA CRÓNICA "QUIÉN"

Antes que nada: en Blumpee acabo de subir el penúltimo texto que publiqué en Traspatio y que trató de Dan Clowes, uno de los artistas de comic más finos de norteamérica. Lo puse porque al Chidoguan le gusta Clowes y como yo soy un hombre "buena onda", lo puse especialmente para él (Carajo, ¿seré generoso o gay?). Iba a subir un texto que publiqué hace un año en Virus sobre el terremoto del 85 pero no lo encontré, así que me tendré que esperar hasta que se cumplan otros 20 años de la catástrofe para postearlo. El texto de Clowes lo pueden leer aquí.
Este puente que acaba de pasar me la pasé lejos de la ciudad, de la mano de Fer. Fuimos a Tepoztlán, ese lugar archirreconocido porque los OVNIS abducen gente y por su vibra seudo mística que atrae hippies, new agers y bluffers en general. El lugar no es gran cosa, pero la casa en la que estuvimos sí: grandota, bonita y súper espaciosa... ¿no les da envidia?
Para llegar hicimos 6 horas, pues la marabunta huía al mismo tiempo que nosotros. En el camino íbamos escuchando música hasta que terminó por cansarnos y ya no oímos nada. En general, los amigos de Fer son fresas, y la música que escuchábamos es esa que yo no escucharía en otras condiciones, pero que justamente con dichos amigos no me importa oír, porque son muy buenos simpáticos y porque ya me cansé de quejarme. Por eso me chuté a Alejandro Fernández y Elefante; aunque yo también puse mi grano de arena: un poco de Los Amigos Invisibles y Miranda!
Al llegar quedé muy impresionado, pero a la inversa. Le comenté a Ale, la amiga de Fer, dueña de la casa a la que llegamos: "Yo no conozco Tijuana, pero así me la imagino". Tepoztlán festejaba la Independencia de un país de Latinoamérica que no me acuerdo, y las calles estaban llenas de borrachos en pleno estado incróspido o en vías de terminar en el suelo que otros borrachos ya habían vomitado. Creí que todo se debía a la celebración, pero al otro día me di cuenta de que el lugar es así: bien sucio y mal vibroso (opuesto a la creencia popular), muy maleado y con gente muy agresiva. Las famosas Tepoznieves siempre están hasta el gorro y no pude probar las de mezcalina -¿o era mezcal? ya no me acuerdo-. Tepoz es un lugar sobrevalorado; qué bueno que los hippies y los gringos que lo visitan no sabe que existe Tona, pero algún día pasará y...
Pero en realidad nosotros estábamos refugiados en la fortaleza que es la casa de Ale, desde cuyo jardín se puede apreciar el Tepozteco en pleno; eso sí una verdadera belleza. La noche del 16 bebimos cervezas que después se volvieron cubas de Bacardí Solera y más tarde un licor hecho con una fruta local -Jaboticabo- pero que nosotros rebautizamos como "licor de Guasamamaya" porque se nos iba el nombre a cada rato. Dicen que terminé bailando, pero yo no lo recuerdo. Me acuerdo hasta que prendimos unos cuetes con los que fer casi se quema la cara. Yo estaba extasiado y le dije al oído: "creo que esta será una de las mejores noches del año". Fantástico.
Al final apostamos quién prepararía el desayuno del día siguiente. Quedamos que el primero que se quedara dormido lo haría, pero la prueba fue durísima: teníamos qué aguantar viendo El Resplandor. A mí me daba vueltas la pantalla y sólo me quedé escuchando a Jack Nicholson diciendo que a su mujer le encantaban las historias de fantasmas. Gané, pero me sentía en un tornamesas que no dejaba de girar.
Aparte de beber, creo que las otras cosas que hicimos Fer, Raúl y yo, fue nadar y descansar. Todo mundo debería tener una casa de campo, así enloqueceríamos menos. Cuando veníamos de regreso veníamos escuchando música espacial que cobró fuerza cuando pasamos junto al psiquiátrico. También sonaron Los Polivoces y algunas tonadas A go-gó. Y claro, los Enanitos Verdes, que a Raúl le matan y de quienes yo desconfiaba hasta que escuché el álbum que tienen grabado en vivo en TJ -of all places. Es muy buen disco, pero no me hagan caso, pues siento que me estoy volviendo viejo. Por ejemplo, en Tepoz me compré un CD de Jimmy Page con los Black Crowes... ¡y lo disfruté!
Llegamos a la ciudad a reintegrarnos al desmadre descontrolado. Nos despedimos de Ale y Raúl, que, creo, desde este fin de semana se sumarán a la estrecha lista de amigos verdaderos que tenemos Ferucca y yo.
Y nada, que esta semana toca Weezer en la ciudad y el 30 Nouvelle Vague, pero de eso les hablaré mañana, y ese post vendrá con un pequeño regalo de mí para ustedes, para que no digan que soy un ojeis.

1 comment:

Anonymous said...

My sweet heart, sure we´ve got a wonderful weekend. You´re the best.
xoxo