Hay días malos, pero una semana entera es desquiciante.
El domingo antepasado murió mi perra.
El lunes siguiente me enteré que el proyecto en el que estoy trabajando será menos extenso y, por lo mismo, la paga será menor, así que mi planeado viaje a Europa con mi Ferucca se pospondrá hasta que nuestros ahorros nos permitan pasear por allí.
El domingo salieron las listas de los becados por el FONCA de este año. No figuré entre los Jóvenes Creadores, aunque dos de los miembros del proyecto-colectivo Asociación Brutal Mexicana/Bomboro sí. Soy el derrotado del grupo.
Ese mismo domingo cayó la bomba en Milenio, aunque por razones de causa mayor no me enteré hasta el lunes: Traspatio, el suplemento en el que venía colaborando habitualmente, desapareció. Aquí me detendré para ahondar:
En la última edición, Verónica Maza, la editora del suplemento, en un texto titulado La última y nos quedamos, dice: "Éste que tienen entre las manos, es el último número del suplemento Traspatio. Las otras culturas". Los colaboradores seguiremos entregando material esperando que sea publicado en el resto del diario, en El Ángel Exterminador, QRR o Laberinto, pero en realidad la zozobra es inevitable. Para muchos se había vuelto un foro importantísimo para difundir nuestros desvaríos y, para la mayoría, supongo, una entrada económica también importante.
Vero Maza nos da un reconocimiento a todos los que pasamos por sus páginas. Así lo pone: "También está nuestra relación de escritores: Hugo García MIchel, Antulio Sánchez, Jorge Flores, Elena Santibañez, Gabriela Granados, Rogelio Villarreal, Iván Ríos Gascón..." y la lista sigue y sigue. También nombra a los ilustradores, entre los que vuelvo a aparecer: "Y no podían faltar los ilustradores: Guadalupe Rosas, Tacho, Alberto Hinojosa, Ricardo Sandoval, Blumpi, Pablo García, Rodrigo Ponce...".
Yo no supe de todo esto hasta ayer, que Vero nos envió un mail a los colaboradores en el que nos explica las razones: "la decisión de terminar con él no fue por censura ni nada por el estilo. Simplemente el periódico debe economizar para ser totalmente autosustentable y bueno, lo más práctico para desaparecer son los suplementos".
Así es. Para los diarios, los suplementos culturales, así sean especializados en cultura alternativa, no tradicional -o acaso por ello mismo- no son importantes. Eso para mí no es nuevo. Como ilustrador e historietista, me he enfrentado, como muchos de mis colegas, al ninguneo por parte de editores, directores de arte o directores de revistas que consideran que la ilustración y el cómic son poca cosa, irrelevantes, prescindibles. No importa que estas muestras del pulso cultural -la ilustración, el cómic y los suplementos culturales, son parte toral del desarrollo cultural del país; un país de analfabetas funcionales.
No vale, entonces, que los periodistas se quejen amargamente -cuando se acuerdan- de que el mexicano no lee, de que no se interesa por nada que no sean las telenovelas, los programas de concurso o los reality shows huecos; sobre todo cuando en buena parte son ellos mismos quienes propician que los espacios sigan cerrándose para quienes no sabemos hacer otra cosa más que dejar registro de los tiempos en los que vivimos (bueno, por lo menos yo también soy maestro de inglés... ¿pero los que no? ¿qué pasará con ellos para los que las entradas del suplemento eran fundamentales para su bolsillo?).
Sé que se avecinan tiempos electorales y que lo que rifa actualmente es el texto y la caricatura políticos. Sé que buena parte de la gente se interesa cada vez más por la política (cosa que no necesariamente significa que exista cultura política en el país). Pero, entendámoslo: el periodismo político es el nuevo analfabetismo funcional. Se lee, pero solo acerca de "los grandes temas nacionales". Como una reseña de un disco chingón, el perfil de un artista de comics, una crónica de un viaje al extranjero, un texto informativo sobre sexualidad o drogas NO SON IMPORTANTES Y NO SON PARTE DE LA AGENDA NI SON LOS GRANDES TEMAS NACIONALES, PUFF, A LA CHINGADA.
Por eso terminó Radiactivo. Por eso desaparecen tantos proyectos alternativos. Que el objetivo sea el dinero no es lo que molesta. Molesta que la bandera, los caballitos de batalla, los pretextos, sigan siendo la libertad, la información, la cultura. Patrañas. La lana es lo suyo. No se los critico, pero pudiendo pasar a la historia como artífices de la cultura emergente, prefieren ser sus enterradores.
Ya habrá más espacios, pero esto es lo mismo que sucedió con el tan gustado e influencial Sábado, del unomásuno. Y como México sigue siendo una república bananera que no ha dejado los pañales, la teta y el chupón, esto se repetirá en el futuro. Les deseo suerte, nuevas generaciones.
Tuesday, September 06, 2005
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2 comments:
No cabe duda blumpi, este país bananero nunca va a pasar de ser lo que es . Las pocas cosas importantes q hay son echadas a la basura.
que mal y yo que pensaba enviar portafolios a algunas editoriales para publicar, no cabe duda una semana triste.
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