Tuesday, June 12, 2007

UNA MÁS...



1. No quería dejar pasar esto: la ilustración de arriba estaba pensada para aparecer en Milenio Semanal en un texto de Jairo Calixto a propósito de los conciertos de reunión de Timbiriche y la visita de Guns N' Roses a México. Por cuestiones de espacio, su columna no salió esta semana y mi ilustración tampoco. Es probable que la publiquen el siguiente número pero en la "Preguntas para joder al vecino", pero no es seguro. Como el tema ya caducó, igual y se vuelve imposible colocarla. En fin...



2. A propósito de esto, hace un par de semanas El País Semanal publicó una entrevista con Marylin Manson en donde platica que fue él quien le contó al pequeño Axl -más o menos así lo llama- sobre las aspiraciones musicales de Charles Manson y de las grabaciones que existían de sus sesiones en San Quintín. Si no es por MM, quizá Guns jamás habría grabado "Look at your game, girl". Pero recordemos que los años noventa fueron fértiles para lo bizarro. Todo lo podrido salió a la luz: no solo la música marginal, sino muchas cosas más: la cultura de los asesinos seriales, la cultura de las drogas, la autopublicación, lo raro, lo freaky. Es en esa década que la estética circense dominó; no en esa forma deslucida onda Maldita Vecindad, sino en el revival de los circos de fenómenos, los carteles que los anunciaban... de esos años, por ejemplo, es El Semanario de lo Insólito. En fin, que lo retorcido encontró mercado en los gloriosos 90. "Pump up the jam" es de esos años, y hubo un momento en que diferentes formas colisionaron: estaban el dance y el house, la música indistrial, el rock sucio que hacían los grungeros pero también las riot grrrls, las drogas de diseño... una remezcla imposible en otro momento. Que el líder de un grupo neo-hippie -Blind Melon- muriera por una sobredosis de heroína, pone a pensar.

Eso debe de ser la posmodernidad. Por eso se habla del fin de algunas cosas, como las ideologías. Había demasiadas cosas confluyendo en el mismo punto; algunas nuevas, otras consecuencia del retro. Es difícil aferrarse a algo -una forma de pensamiento, una estética- cuando estás en medio del remolino. Pero ahora parece ser que, como no se resolvió nada, estamos de regreso a un punto que, si bien sigue siendo hostil, parece un poco más claro: precisamente por no haberse resuelto nada, muchos ex-vanguardistas regresan a los clásicos. No hay nada que "lo actual" tenga para ofrecer. Lo chistoso de la posmodernidad es que todo quedó en el mismo lugar. Igual que toda revolución: te lleva al lugar del que partiste. Robert Crumb descubrió que con sus experiencias con LSD su visión del mundo cambió definitivamente, pero volvioó al restirador, a dibujar, a tratar de deescifrar el mundo, a hacerle una crítica feroz. Al final seguía siendo el mismo dibujante -con la conciencia expandida, eso sí- con las mismas obsesiones psicosexuales. El tren de la "revolución del amor" lo arrolló -en forma de ácidos- y tras el incidente, el buen Robert se puso de pie, se sacudió el polvo y siguió caminando. Dejó Haight Ashbury para regresar a Cleveland y de allí partió a Francia, cuando otra revolución -la de la fama y el dinero- amenazaba con revolcarlo una vez más.

3. Cuando Guns vino a México por primera vez (con Blind Melon, precisamente), mis amigos de la secundaria fueron a verlos. Algunos hasta se ponían faldas escocesas y bailaban como Axl. Como no sabían mucho inglés, regresaron enfurecidos porque Axl los había insultado: les había dicho "motherfuckers". Aaahhh, el rancho electrónico. Esta vez Axl volvió a ser grosero: salió hasta las 12 pm, y el público, aguantador, esperando. Otra vez regresó el público enojadísimo -esta vez con un curso de inglés de por medio-, pero lo mejor de la historia, es que en 15 o 20 años que regrese Axl acompañado en los teclados por Trent Reznor, en la guitarra y el bajo por alguno de los Chili Peppers y en la batería por el de Def Leppard -todo es posible en los tiempos revueltos- el público volverá a pagar por ser tratados como idiotas. Y volverán a chillar.

1 comment:

kissel said...

Ese Blumpi, un saludo y chido por tus textos y dibujos siempre son un buen escape en la horas más aburridas de la chamba...suerte nos estamos viendo