WE´LL BE RIGHT BACK

Al bello público asiduo a este humilde blog y su filial en forma de rocola, Bomboro, les avisamos que por problemas técnicos, no sonará música por estos lares. La razón es que hemos excedido nuestro límite de transferencia de datos -que es de 1 GB y del que hemos abusado usando 8. Justo en esta temporada en que teníamos pensada una serie de sorpresas para ustedes, tenemos que renegociar nuestro ancho de banda con la gente del hosting que, chingada madre, se encuentra de vacaciones.

Por ello, las canciones que les teníamos preparadas tendrán que esperar hasta que sepamos de a cuánto va a ser el madrazo. Perdón por el cortón.

Mientras tanto, un par de avisos y un recuento:
Ya están en los puestos de revistas Gorila y Virus. En Gorila he publicado un texto sobre el Marqués de Sade, además de mi comic, mis reseñas y demás tonterías. Este mes no aparece La Jaula del Gorila pues está en proceso de mutación y pronto aparecerá una nueva sección mía allí, que esperemos que tenga muchísimo éxito. En Virus, el perfil de Nick Walker y un reportaje sobre las intervenciones urbanas en Tijuana de Heriberto Yépez.

Y como el año termina, un par de cosas:

Uno, gracias a todos los que visitaron este lugar durante el año. Fuera del desmadre que se arma en los comentarios, agradezco a los que se detienen a escribir algo. Es poco común que alguien deje comentarios y aunque me espanta que la banda se azote cuando escribo sobre Flans y no diga ni pío cuando escribo algo que según yo es más interesante, ya sé que así funciona la cosa. Espero seguir recibiendo sus visitas porque ya saben que me estoy echando unas carreritas con el Garnica de Cóctel Camaleón.

Dos, gracias a la banda bloggera que conocí en este año y que se ha estacionado un rato en este lugar. Ya saben quienes son.

Tres, a medio año, en mi antiguo blog, escribí una diatriba sobre el Doctor Rabias. A muchos les pareció excesiva y un gasto de energía en una mierdecilla como él. No voy a retomar la historia completa, pero, carajo, cómo me divierte joder al pocos huevos aquél. No les prometo soltar a mi presa sino enterrarle el colmillo aún más. Los lectores de Gorila podrán sentirse desorientados. No se claven, a unos les puede gustar más la mierda que hace él que las obras de arte que hago yo, en eso ni cómo moverle. Es simplemente un motivo de superación: me hace pensar en una peor manera de llamarlo o pitorrearme de su bajo nivel. Siempre quiero superar el chingadazo del día anterior.

Cuatro, en este post hablé sobre un enfrentamiento entre dos neografiteros mexicanos y prometí el chisme completo. Todo porque A (el autor del esténcil ofensivo) me dio chance de hacerlo y cuando vio ya publicado el post completo, se espantó y se echó para atrás. La cosa no es picar pleitos, sino discutir sobre el bajísimo nivel al que se mueven los writers mexicanos. Sobre este asunto hablaré en enero, cuando las aguas se hallen calmadas. Hay mucha tela de donde cortar: grafiteros mercenarios, viejas chismosas, divas y verdaderos imbéciles.

Cinco, el siguiente año pasarán dos cosas: escribiré más sobre comics e ilustración en este espacio y, si dios quiere (como dicen las amás) estaremos lanzando una nueva revista en Toukán, esta de música. Replicante sigue en marcha y Blumpi, el viejo fanzine, resucitará. Además, mi página personal, entre otras cosillas.

Gracias y felicidades.